viernes, 30 de abril de 2010

Uganda, la Perla de África

Gran país, la "Perla de África" que decía Winston Churchill. La más alta cadena montañosa de África (Rwenzori, las míticas montañas de la luna, en el Ecuador y con nieve en sus picos), volcanes, lagos como el Victoria, el Bunyonyi o el Alberto, cataratas como las Sipi o las Murchison, el Nilo, selvas, buenos parques con bastantes bichos (incluyendo gorilas), exóticas tribus como los Karamojong o los batwa (pigmeos),...

Churchill también decía que este país tiene su lado oscuro. No os vamos a aburrir con la historia de Uganda, aunque tiene en su famoso dictador, Idi Amín, a uno de los personajes más fascinantes de la reciente historia africana. Se han escrito libros sobre él, películas ("El último rey de Escocia"), y seguramente podrían escribirse enciclopedias sobre su psique, medio monstruo, medio bufón, capaz de asesinar a una de sus mujeres y comerse partes de ella o de cambiar su simple nombre de Idi Amín a "Su Excelencia Mariscal de Campo Idi Amín Dada, Presidente de Uganda, Conquistador del Imperio Británico, Cruz Victoriosa, Miembro de la Excelente Orden de la Fuente del Nilo, Medalla de Servicio Distinguida, Estrella de Combate Estatal, Medalla de Largo Servicio y Buen Contacto". Como para tutearle al tipo.

La política en Uganda siempre ha sido curiosa. En unas elecciones en 1961 la misma persona se presentó como líder de los tres únicos partidos, bajo tres nombres ligeramente diferentes (Maximilian L. Choudry, L.C. Choudry y Max Choudry). Obviamente resultó elegido y fue nombrado ministro.
Entramos a Uganda por el sur, desde Ruanda hasta Kisoro, "cabalgando" por pistas de tierra en sendas "boda-bodas", mototaxis así llamadas porque en su origen hacían el recorrido de una frontera a otra ("de border a border"). En el Mgahinga Gorilla NP subimos (bueno, en partes trepamos) un volcán precioso, el Sabyinyo. No muy alto (3.669m), pero con unas vistas geniales sobre otros volcanes, es una especie de Hirumugarrieta africano, porque en su punta se juntan Uganda, Ruanda y Congo. Desgraciadamente no vimos ningún gorila, imagino que éstos recibirán comisión sobre los 500US$ que hay que pagar y no se dejarán ver si no apoquinas...

De Kisoro, cruzando montañas cubiertas de terrazas labradas hasta su punta, fuímos a Bunyonyi, un lago con ni más ni menos que 29 islas. La guía dice que parece Nepal (todo se parece a algo para los de la Lonely Planet: Nepal, Tíbet, Suiza, etc.). De las 29 islas nosotros escogimos Itambira, en donde pasamos un par de días descansando de la remada que nos pegamos para llegar a ella. De ahí, vía la tranquila ciudad de Kabale, llegamos a Kampala. Bueno, Kabale no es tan tranquila. Durante Semana Santa los lugareños se pegaron una buena juerga a base de licor local casero: 30 personas murieron y 20 se quedaron ciegas -invidentes, se entiende, no borrachas-.
La capital Kampala es una ciudad muy africana, con zonas bastante caóticas y los peores atascos que hemos visto en tiempo, estaba diseminada en siete colinas, como Roma, aunque con lo que ha crecido ahora ya son algunas más. Su principal monumento y patrimonio de la Unesco, las tumbas Kasubi, sufrió un incendio en marzo, provocado por un loco que aseguraba que las tumbas estaban endemoniadas, así que, sin mucho más que ver y sin ganas de visitar otro museo, nos dedicamos al paseo por calles y mercados. En Kampala están basadas mil y una ONG e instituciones de ayuda, como centro de operaciones para el país y la región (más del 50% del presupuesto de Uganda viene de donantes occidentales), por lo que abundan los expatriados y bares y comercios para ellos.
De Kampala nos fuimos hacia el noroeste de Uganda, al parque nacional de las Murchison Falls. Después de años de caza furtiva y soldados matando todo lo que se movía, el parque se ha recuperado razonablemente y se ven muchos animalitos. Además, aquí un Nilo ya bastante crecidito (en zonas puede tener hasta cientos de metros de ancho) se mete por una garganta de ¡6m! de ancho, creando las cataratas Murchison (de la película "La reina del Africa"). No os podéis imaginar la fuerza del agua al pasar por ese embudo.

De vuelta a Kampala y después a Jinja, supuestamente la capital de los deportes de aventura del este de África. Jinja, situada a las orillas del lago Victoria, es además donde, más o menos, nace el Nilo. Digo más o menos, porque parece que ahora, tomando en consideración los ríos que nutren el lago, su nacimiento se sitúa más allá, en las montañas de Ruanda y Burundi. Por otro lado, el título de río más largo del mundo es para el Amazonas. Lo que uno aprende viajando...
Aquí hicimos un rafting por el Nilo. Con doce rápidos, alguno de ellos de grado cinco, estuvo bien, aunque sin llegar a la altura del Zambeze (nivel, ¿eh? :-)).
Y de Jinja cruzamos a Kenia. Como ya vamos de retirada (Bego vuela el 1 de mayo, snif, snif) se nos han quedado cosas por ver, en particular todo el norte del país, así que habrá que volver.
Un abrazo

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